La
honestidad y la honra ha sido algo que siempre nos ha preocupado a las mujeres,
en estos tiempos modernos, cuando pensamos ilusamente que nuestras hijas nos lo
dicen todo, ¿nos lo dicen todo? Pienso que no, porque nos guste o no, los hijos
tienen cierto grado de independencia, especialmente cuando los padres trabajan
y ellos quedan a merced de sus propias decisiones.
Como
madres, damos por sentado que las enseñanzas impartidas han sido absorbidas por
nuestras hijas, que saben reconocer por si solas lo que está bien o no, pero
esas niñas que
aún no terminan de florecer a nuestras espaldas, ya practican el sexo, muchas
veces con irresponsabilidad.
Sabemos
que los jóvenes tienden a ser impetuosos, que se dejan llevar muchas veces por
sus impulsos y emociones, la joven se siente enamorada y así, sin darnos cuenta
la hija, la que ante nuestros ojos es aún inocente y sin malicias se encuentra
sola y con una serie de conflictos emocionales, y aun así la defendemos y
protegemos, lo que muchas veces se ignora, es la batalla interna de la niña
adolescente, cuando se da cuenta que sus actos inconscientes dieron sus frutos
y se encuentra.
EMBARAZADA.
En esos momentos sólo piensa en ocultar su embarazo ante sus padres, familiares
y amigos, el “producto de su deshonra” recurre muchas veces al “consejo” que la
ayude y no falta por supuesto el consejo de “la buena amiga” que la guié
a tomar la medida más rápida:
EL
ABORTO. ¿Pero es el aborto la mejor solución? Puede parecer que sí, que es lo
mejor que se puede hacer, ¿pero hemos pensado que Sólo Dios es quien tiene el
derecho sobre la vida humana? De cualquier manera que sea, se está intentando
ejercer un derecho que no nos corresponde, porque como mujeres cristianas
sabemos que el dar o negar la vida no es ni debiera ser una opción de nosotras.
En
esos momentos se piensa egoístamente en ocultar o mantener una imagen que
obviamente se perdió en un momento de deseo fugaz que pudo ser evitado. ¿Pero
qué pasa cuando los padres por fin se dan cuenta? ¿Estarán dispuestos a apoyar
a su niña que próximamente se convertirá en madre? ¿O querrán también destruir
la vida de un inocente?
Como
padres ha de ser desbastador pensar que la niña de 14, 15 o 16 años, se hace de
repente mujer, que se ve de repente próxima a dejar de ser la “señorita de
sociedad” la estudiante fina y delicada, la niña de casa, la nena de papá, ¿qué
van a decir las amistades? Miran sus sueños de ver a la hija convertida en una
mujer profesional y legítimamente casada, rotos o estropeados por la llegada de
un bebé y muchas veces piensan que es mejor buscar la solución mas inmediata:
EL
ABORTO. Lamentablemente no es un fenómeno exclusivo de la joven inmadura e
inconsciente, se da también en la mujer adulta quien piensa que por tener más
años y más experiencia en la vida, o por estar casada, sus excusas pueden ser
aceptadas o con valor, y que definitivamente las excluyen de “culpa”.
La
mujer soltera no está dispuesta a ser madre soltera, por “el qué dirán” no
quiere estropear SU FUTURO, no quiere o no puede interrumpir una carrera
profesional casi a punto de ver culminarla, y más aún, no quieren perder su
imagen ante la familia o amigos, piensa en cómo será la reacción de los padres,
¿Por qué entonces como mujeres conscientes y preocupadas de un futuro, no lo
pensaron antes? Las farmacias están abarrotadas de medicamentos, de métodos en
todas las formas y colores para evitar un embarazo no deseado, es mucho más
fácil prevenir que quitar la vida a un inocente, cuyo único pecado es sentirse
protegido en el lugar más seguro del mundo:
¡EL
VIENTRE DE LA MADRE! Sin importar las circunstancias en que un bebe fue
concebido, tenemos la obligación de respetar la vida, especialmente si se trata
de un ser inocente que no pidió venir al mundo, y si fue concebido dentro o
fuera del matrimonio, mujeres afrontemos las consecuencias de nuestros actos,
promovamos la vida del más débil, los hijos son el regalo más hermoso que Dios
en su infinito amor nos ha dado, defendámoslos cuando los veamos amenazados,
aún de nosotras mismas.
El
bebé es un ser humano como tú y como yo, tiene derechos de ser respetado, amado
y más que todo, tiene el derecho de ser protegido por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario